miércoles, 3 de noviembre de 2010

Miércoles 3/11/10, 15:45

Dos semanas más de gracia. Un tiempo, a esta altura, difícil de mensurar, como si fueran años luz. Invadido por cierta lasitud, lucho para no bajar los brazos. Como un bagre al que acaban de pescar, se revuelca boqueando en el piso caliente y después lo tiran a un balde, me parece que hay, nomás, milagros. (Puedo escribir los versos más tristes esta tarde).