viernes, 4 de junio de 2010

Viernes 4/6/10, 13:08

La certeza de que, de asomarme a la ventana y pedir al hombre de la obra si no me tiraría una costillita a un costado de la parrilla, además de incrementar la felicidad de mis almuerzos, cambiaría algo en mí de manera irreparable. Anoche, buscando inspiración en otros textos encuentro la conminación de Wright Mills: “llevad un diario”. A poco de empezar interrumpo mis ejercicios de artesanía intelectual: al mezclar las diferentes fichas con mis notas no sólo no se me revelan nuevos sentidos y relaciones sino que comienzan a perderse los que creía que tenían. Volver a ordenar las fichas y tomar recaudos con los consejos de Wright Mills.