sábado, 3 de julio de 2010

Sábado 3/7/10, 18:00

Día durísimo para las emociones mundialistas y mi jornada laboral, malogradas ambas por la contundencia del pulpo Paul y el 9 de alemania. Para lo que queda, decido enfrentar mi destino sudamericano: me hago Uruguayo. Fue entonces que aceptó sin reparos la convicción de estar muerto. Estuvo con el vientre apoyado en la pileta, terminando de secarse los dedos y la nuca, curioso pero en paz, despreocupado de fechas, adivinando las cosas que haría para ocupar el tiempo hasta el final, hasta el día remoto en que su muerte dejara de ser un suceso privado (Onetti).