jueves, 18 de marzo de 2010

Jueves 18/3/10, 19:01

Sociales y trabajo de campo en el congreso de cuidados paliativos, en la UCA. En la puerta de entrada, un cartel prometedor: “Se considera vestimenta inadecuada para los alumnos varones los pantalones cortos, las remeras musculosas y las ojotas”. Después las cosas se complican: la interdicción también alcanza a las faldas cortas del alumnado femenino y me detiene en la puerta un señor de seguridad. No ando en shorcito y ojotas, pero tampoco con los 165 dólares que cuesta la inscripción. (Por otra parte, los bolsitos que dan  dejan mucho que desear:  los cuidados paliativos son como las ciencias sociales de la medicina). Me voy a conocer la biblioteca de la universidad, leo unas horas mirando la dársena. Más tarde burlo la seguridad y entro al congreso con una credencial prestada. Asisto a una conferencia, tomo notas, saludo. Para el café y los dulces tengo que atravesar de nuevo el puesto de seguridad. Temo ser descubierto y me vuelvo a casa.