jueves, 13 de mayo de 2010

Jueves 13/5/10, 23:27

Recostado en el pasto, mirando el río –donde J. me manda a apaciguar la crisis que, luego de madurar toda la mañana, me gana por la tarde-, considero seriamente adoptar la propuesta temeraria que insinúa P. De momento me disuade la perspectiva de quedarme a un tiempo sin mundial, sin tesis y pelado. Más o menos como el Cuchu.