Capítulo casi terminado. Dejo un par de párrafos en amarillo y salgo antes del horario de la clase para reunirme con R., que se vuelve a Canadá. (Por discreción, no indago en su pedido de no reunirnos en el bar de la esquina de la facultad: asumo que le debe dinero a alguien. Por las dudas, llevo lo justo para el café). Últimamente, cierta inclinación por el trabajo manual: pintar el techo del balcón, pulir el escritorio. Para después de la tesis.