Cierto resentimiento con J.: sigue durmiendo varias horas más después de que me levanto a trabajar; se queda hasta el mediodía leyendo en la cama; almuerza con una amiga; duerme la siesta... Siento que al verme sentado en el escritorio piensa: “ya no soy de esos”; y que la visión le procura una felicidad adicional. Reunión de cátedra.