Pongo el agua a calentar y busco citas para la tesis en mi archivo. Me detengo en dos: “Sintió que si él, entonces, hubiera podido elegir o soñar su muerte, ésta es la muerte que hubiera elegido o soñado” (J.L. Borges). “Sólo sé que necesito silencio, estar solo, irme, y dedicar una hora a considerar lo que ha ocurrido en mi mundo, lo que la muerte ha hecho a mi mundo” (V. Wolf). Descarto una por muy paródica, otra por demasiado introspectiva. Se hierve el agua. De todos modos me iba a hacer un té. Sigue lloviendo.