martes, 23 de febrero de 2010

Martes 23/2/10, 7:21

Entusiasmo inexplicable del tesista al dar con un libro o artículo justo sobre su tesis. En la esperanza de que lo iluminarán, ignora que limitan las cosas que tiene para decir: en un punto lo primerean. Con ese recelo comienzo a hojear el libro que me trajo P. (Saer, malicioso: “Con Umberto Eco, las amas de casa del mundo entero han comprendido que no corren ningún peligro: el hombre es medievalista, semiólogo, profesor, versado en lógica, en informática, en filología”. ¿De ahí su presencia en los supermercados?).