jueves, 18 de febrero de 2010

Jueves 18/2/10, 17:24

Todos los congresos se parecen: varían menos en la calidad académica que en la de los bolsitos que dan con la inscripción. Viajando en tren comparo mi bolso con los que portan otros –congresos de cardiología, bioquímica, etc. Me siento algo disminuido y tapo la leyenda con el brazo. (La certeza de que uno puede leer ahí la posición relegada de las ciencias sociales). Los deseos de Dios, como sus caminos, son insondables: alterno mejoras con recaídas, infusiones y torta de brownies.