martes, 9 de febrero de 2010

Martes 9/2/19, 18:45

Después de llegar a diez dejo de contar. Un verdadero exceso. Es evidente que confundo libertad con libertinaje, así que decido mudarme a trabajar al living, donde no llega la Wifi del bar. Como uvas para paliar la abstinencia. (Dificultad para escupir las semillas con algún decoro. Nota: no comer uvas en público). Avances tecnológicos: algunas bicis ya no usan gomines. Me lo cuenta el bicicletero después de venderme dos bolsas. No accede a devolverme el dinero pero sí a cambiarme los gomines por algún otro producto de su local. Entre un abanico limitado, opto por una luz intermitente. Me arrepiento: con tres pesos más me llevaba el timbrecito.