miércoles, 3 de febrero de 2010

Miércoles 3/2/10, 14:31

Ayer, peregrinación a San Fernando por corte de pelo. Más de veinte años que Héctor me hace el mismo corte -una vez cambié y Pericles me propinó un casco horrendo. (Portento de municipio, que bautiza sus peluquerías en honor a héroes de la Ilíada y políticos atenienses). Para mudar de peinado deberé esperar a que Héctor se jubile. (Quizá sea demasiado tarde: su sucesor no tendrá que administrar sino despojos). Primeras nubes que amenazan la reclusión veraniega: reunión de cátedra, finales. Tiemblo ante la perspectiva de volver a los pantalones largos. O a los pantalones. (Nota: bajarle puntos al alumno que se presente a rendir final en shorcito).